Parral atraviesa un momento delicado con respecto al suministro de agua potable. Según cifras oficiales, el consumo se ha disparado en un 33% durante los últimos días, lo que ha provocado un déficit de hasta 40 litros por segundo. Sin embargo, en medio de este reto hídrico, lo que emerge es algo valioso: una ciudadanía más consciente, autoridades más activas y una conversación urgente sobre el futuro sostenible del agua en nuestra región.
La Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) ha comenzado a ejecutar medidas para enfrentar la situación: desde ajustes temporales en horarios de suministro hasta planes de reparación de pozos estratégicos. Mientras tanto, vecinos han comenzado a organizarse para compartir información, cuidar el recurso y exigir inversiones a largo plazo.
Este escenario, aunque preocupante, ha despertado algo que necesitábamos desde hace años: cultura del agua. Ya no se trata solo de abrir la llave, sino de entender de dónde viene, cómo se distribuye y cómo podemos protegerla. Las familias están aprendiendo a reutilizar, a cuidar, a enseñar a los niños a valorar cada gota.
Además, expertos ambientales locales han levantado la voz proponiendo soluciones reales, desde cosecha pluvial hasta programas comunitarios de almacenamiento. La escasez está sembrando innovación.
Desde Buen Día Chihuahua, creemos que las crisis sacan lo mejor de los pueblos cuando hay unidad y visión. Donde se cuida el agua, se cultiva vida. Y donde hay conciencia, brota un futuro más fuerte y más justo.