En medio de una realidad migratoria compleja, la Secretaría de Gobernación ha informado que más de 75 mil mexicanos han sido repatriados por las autoridades estadounidenses durante la actual administración de Donald Trump. Esta cifra, si bien impactante, también pone de relieve la enorme tarea humanitaria que México ha asumido: la de recibir, acompañar y reintegrar con dignidad a sus connacionales.
Lejos de abandonar a quienes regresan por la fuerza de circunstancias difíciles, el Gobierno mexicano ha mantenido activos albergues especiales a lo largo de la frontera y dentro del territorio nacional. Estos espacios han sido fundamentales para brindar refugio temporal, alimentación, atención médica y orientación jurídica a miles de personas que, en muchos casos, vuelven con heridas emocionales y sueños interrumpidos.
Pero la noticia también tiene un rostro esperanzador: miles de estas historias de repatriación se han transformado en oportunidades para volver a empezar. En colaboración con distintos organismos, se han creado programas de reinserción laboral, educación continua y apoyo psicológico para que las personas deportadas puedan recuperar el rumbo de su vida en México.
Cada mexicano repatriado es más que un número. Es un padre, una madre, un joven o un adulto mayor que tuvo la valentía de buscar un mejor futuro y ahora necesita del respaldo de su país. El reto es enorme, pero también lo es el espíritu solidario que ha crecido en muchas regiones del país para tender la mano a quienes regresan.
Desde Buen Día Chihuahua, creemos que todo regreso puede ser un nuevo comienzo. Porque donde hay apoyo, hay dignidad. Y donde hay dignidad, hay esperanza de reconstruir sueños con raíces más fuertes.